6.8.11

Déjame fardar de titán.

Recuerdo que cuando conocí a Smaer no parecía lo que hoy es.
Hoy ha resultado ser un paladín con extrema valentía, un titán, que ha luchado por lo que más quiere y me ha demostrado que gracias al amor se puede luchar contra el deseo.
Yo le observaba mientras disputaba una batalla épica, sabía en qué momentos deseaba sucumbir y caer, aunque diera a demostrar lo contrario. No fue de repente, pero la batalla terminó, aunque no de una manera en la que lo esperábamos. Fue tan inesperado... Y sé que no es su culpa, ya que (aunque yo quiera pensar lo contrario) es humano y como todos, tenemos límites... Además, me he comportado de una manera muy miserable, no dudé en ponerle la zancadilla varias veces, solo para probar si sucumbía o era capaz de mantener su postura.


No, jamás he sabido cómo parar hasta verme metida de lleno en lo que no quiero que ocurra.

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