16.4.11

En un lejano lugar existían un sin fin de objetos idénticos, hasta en el más recóndito lugar.
Pero entre todo ese amasijo de objetos se escondían 8 letras, que ordenadas de cierta manera, llegan a expresar un millar de emociones.
Nadie sabía el significado ni había experimentado el sabor tan dulce que nos producen, a veces, esas letras. Nadie sabía eso excepto la pequeña guardiana, nuestra Guardiana de Estrellas. Ella había salvado a muchísimas estrellas, como aquellas heroínas de cuento que lo salvan todo en el último momento.
Y aunque había saboreado palabras llenas de dolor, sufrimiento, algunas bellas y otras saladas... Sin duda se quedaba con las 8 palabras que estaban dibujadas sobre esa piel de tono rojizo. Ella se quedaba con ese te quiero.