17.5.11

Cuando sus palabras volvieron a renacer en mis ojos, volvieron los recuerdos rotos y las promesas olvidadas.
Y aunque todo comenzó de la misma forma en la que empiezan las amistades tempranas, esto terminó de una forma que nadie supo ver de manera evidente.
En verdad no puedo preguntar adónde fuiste, ni por qué atravesaste esa puerta a otro lugar. No puedo preguntarte por qué no volverás, no... no puedo, porque quien se marchó esta vez, fui yo. Sin más. Sin Adiós, sin ni siquiera esa última mirada de despedida. Nada. 
Sabíamos lo que estaba pasando en nuestro mundo, ese terremoto que todo lo arrasaba, ya no podíamos ( o por lo menos yo) estar tranquilamente allí, sin temer constantemente que todo se pudriría al no haber casi nada.
No diré que la lucha continua, porque mi ganas se esfumaron. Porque todo lo que siento cuando estoy contigo se esfuma al vacío,sin poder remediarlo, a un lugar irrecuperable y no tengo fuerzas para recuperar los buenos momentos.
Sabemos que es cuestión de tiempo.

No hay comentarios: