14.11.10

El árbol y la semilla

Era gigantesco, espléndido. 
Pasabas junto a él y sentías la necesidad de mirarlo, de sentarte bajo su acogedora sombra o simplemente de escuchar el viento entre sus hojas.
Un día, alguien depositó una semilla bajo él y a medida que iba transcurriendo el tiempo, la semilla iba germinando y creciendo, pero ella misma sabía que jamás llegaría a ser cómo ese gigantesco árbol. No rozaría su esplendor y menos aun, alguien se maravillaría por ser un arbusto.
Un día llegó a creer que la aplastaría.

1 comentario:

Ciudadana Lunatica dijo...

creo que no importa lo pequeña q seas mientras tus sueños te permitan ir mas alla lograras ser la mas grande.

Besos lunaticos